- Cantidad: 4 personas
- Preparación: 45 minutos
- Sostenibilidad: la trucha de esta receta proviene de la piscifactoría de Ondenval, en Bélgica, donde se cría según unas normas muy estrictas y con densidades de población bajas, similares a las exigidas por las normas de producción ecológica. Cuando compra trucha u otros productos de la acuicultura, puede ver los logotipos ecológico y ASC, pero le garantizamos que la UE aplica unas normas de producción estrictas para todas las especies.
- 4 filetes de trucha arco iris de 75°g cada uno
- 1 tomate maduro
- 4 zanahorias pequeñas (de diferentes colores)
- 5°cl de vinagre de Bouteville
- 1 cda. de aceite de oliva
- 1 frasco de huevas de trucha
- sal y pimienta
- Sumergir los filetes de trucha en una salmuera al 10 % durante diez segundos. Escurrirlos de inmediato y colocarlos en una bandeja para horno. Reservarlos.
- Cortar el tomate en pedazos y condimentarlo como si fuera para ensalada, con vinagre, sal y pimienta. Dejar reposar durante 1 hora, exprimir y reservar el jugo.
- Pelar las zanahorias y cocinarlas al dente en agua hirviendo (comprobar la textura con la punta de un cuchillo). Cortarlas en láminas finas.
- Cubrir la trucha con papel de aluminio y hornearla a 60°°C durante diez minutos.
- Colocar la trucha en una fuente, acompañada de una cucharada generosa de huevas de trucha. Disponer las zanahorias alrededor de la trucha, rociar con el jugo de tomate y un hilo de aceite de oliva y de pistacho.