1) Respeta la estacionalidad
La estacionalidad de los productos del mar varía en función de la época del año en que los peces son más abundantes.
La estacionalidad es diferente para cada especie y lugar en el que se pesca. Consulta siempre antes de comprar: busca información sobre la estacionalidad del pescado y los productos del mar en tu zona.
2) Compra productos del mar de tamaño adecuado
Cuando hablamos de peces, el tamaño sí importa.
La política pesquera de la UE y las legislaciones nacionales establecen normas estrictas para evitar la comercialización de peces que no llegan a la talla mínima.
Asegúrate de comprar peces que sean suficientemente grandes.
Por ejemplo, el tamaño mínimo para la solla procedente del Mar del Norte es de 27 cm.
3) Prueba especies menos consumidas y especies con poblaciones sanas
¡Atrévete a probar lo desconocido!
Las tres especies más consumidas en la UE son el atún, el salmón y el bacalao.
Pero hay muchas otras especies igual de buenas y, a veces, más baratas. Al optar por las especies menos consumidas y conocer las opciones que tienes, podrás ayudar a limitar tu impacto en las poblaciones de peces.
¿Qué tal si pruebas una especie invasora, como el cangrejo azul o el pez león? Puede ser una solución sabrosa para ayudar a reducir la presión de estas especies sobre la biodiversidad local.
No todas las poblaciones de peces se encuentran en buen estado. Algunas pueden estar sometidas a una fuerte presión. Cuando eliges peces de una población sana, estás tomando una elección excelente para nuestro planeta.
4) Tanto en frescos como en congelados, busca la calidad de la UE
Busca la calidad de la UE: la UE aplica normas muy estrictas antes de que el pescado y los productos del mar lleguen al mercado. Las normas de la política pesquera común garantizan que las capturas respeten dichas normas: desde el tamaño de los peces hasta la trazabilidad, desde el desembarque hasta la venta al por menor.
La transparencia también es muy elevada. Las etiquetas utilizadas en los peces y productos del mar, frescos o congelados, contienen mucha información. Lee la etiqueta para conocer mejor lo que comes.
5) Comprueba las etiquetas
En la UE, las etiquetas utilizadas en los peces y los productos del mar aportan mucha información. ¿Para qué? Para aumentar la transparencia y ayudar a los consumidores a tomar decisiones con conocimiento de causa.
Las etiquetas de los productos de la pesca y de la acuicultura deben indicar:
- el nombre comercial y científico del pez
- el método de producción: si el pez ha sido capturado en el mar o en agua dulce o se ha criado en una piscifactoría
- el lugar en el que el pez ha sido capturado o criado. En el caso de los peces capturados en el mar, la etiqueta lleva un código que indica la zona de captura. ¿Necesitas ayuda para entenderlo mejor? ¡Aquí tienes un mapa!
- las artes de pesca que se utilizaron para capturar el pez. El tipo de arte de pesca es muy importante para conocer el impacto de la pesca en el ecosistema marino. Los artes selectivos ayudan a pescar exclusivamente las especies y tallas objetivo. Esto ayuda a evitar las capturas accesorias (capturas no intencionales de aves y animales marinos).
- si el producto ha sido descongelado
- la fecha de consumo preferente y de caducidad, para garantizar que el consumo del alimento sea seguro
Existen normas especiales para los productos preenvasados y procesados. Consulta nuestra guía de bolsillo para convertirte en un verdadero maestro de las etiquetas.
Sellos de calidad
Aunque no existe un sello de calidad de la UE específico para el pescado y los productos del mar, algunos productos de la acuicultura llevan el logotipo ecológico de la UE. Esto significa que el producto cumple unos requisitos estrictos de producción relacionados con el bienestar animal, la calidad del agua y la sostenibilidad de los piensos.